El ser humano está afectando al equilibrio de la naturaleza. Invade espacios naturales para explotar los recursos que hay, pero lo hace de una manera destructiva, sin control ni regulación. Además, produce una enorme cantidad de desechos, los cuales, si no son tratados de manera correcta, dañan a los ecosistemas. En el dibujo, el mar se ve afectado por estas causas.
Una planta petrolera tuvo un accidente y todo el hidrocarburo se esparció por el mar, dañando a las especies que vivían ahí. Donde termina el derrame, una capa de basura rodea al único cardumen que reside en esas aguas, el cual pronto será pescado por un barco.

Del otro lado, el mar desborda vida: medusas, peces, una tortuga, pingüinos, un delfín, un pez globo, una raya jaspeada, un pulpo de anillos azules, un pez león, calamares, un nautilus, un opah (también conocido como pez sol), un pez vela, un rape abisal y una ballena jorobada. Sin embargo, una mina acecha; es la prueba de que incluso ese espacio no escapa de la influencia humana.

El yin yang no se encuentra en equilibrio; el ser humano ocupa un espacio cada vez mayor, pero el planeta no puede mantener su ritmo de vida por mucho más tiempo. Necesita haber un cambio.