El mar fue nuestra primera casa, la cuna de la cual toda la vida con su muy amplia diversidad tuvo su origen hace más de cuatro mil seiscientos millones de años. El mar es ese vasto mundo el cual cubre dos terceras partes de nuestro planeta, pero es más desconocido que la vecina galaxia Andrómeda.

Como niños maleducados, nos fuimos de la casa de la infancia para nunca volver la vista atrás, sin preocuparnos que podría pasar con ella; casi nunca sumergimos la cabeza para ver cómo están nuestros hermanos biológicos, pero ahora gracias a nuestro egoísmo y a la terca conservación de una sistema socioeconómico el cual con un gusto necrófilo tiene como objetivo la destrucción de nuestro hogar nuestra cuna está amenazada.

El aumento en las emisiones de dióxido de carbono han llevado a que este gas se diluya en los océanos lo que ha llevado a que el agua se convierta en un peligro para la vida, en especial para los corales, los cuales son refugio del 25% de toda la vida marina. Con este experimento queremos que como sociedad generemos conciencia de la susceptibilidad de los ecosistemas del planeta y que reconozcamos las complejas conexiones que tiene la vida en sí y de las cuales no estamos apartados. El tiempo para accionar está en números rojos, hay que actuar ahora, es nuestra responsabilidad comos seres vivos preservar la vida, necesitamos un cambio radical de nuestras formas de relacionarnos con el medio ambiente, si no será demasiado tarde.